INTRODUCCIÓN.
Detén el diálogo interno pesimista y reduce el estrés
~Si eres optimista o pesimista, esa energía afecta directamente tu salud. Muchos estudios muestran que los rasgos de personalidad como el optimismo y el pesimismo pueden afectar importantes áreas de nuestra salud y bienestar. El pensamiento positivo que generalmente viene impulsado por una conducta optimista, es una parte clave del manejo del estrés. Y es éste manejo efectivo del estrés, lo que está asociado a muchos beneficios para la salud.
~Pero, si tiendes a ser pesimista, no te desesperes, puedes aprender a conducirte con un pensamiento positivo.
COMPRENDIENDO EL DIÁLOGO INTERNO.
~El diálogo interno es el flujo interminable de pensamientos no expresados que pasan por tu cabeza. Estos pensamientos son automáticos y pueden ser positivos o negativos, así que el pensamiento positivo comienza por ahí, con el diálogo interno. Parte de ese diálogo proviene de la lógica y la razón, otros diálogos pueden surgir de conceptos erróneos que crees debido a la falta de información o expectativas debido a ideas preconcebidas de lo que puede suceder. Si los pensamientos que pasan por tu cabeza son en su mayoría negativos, es porque tu visión de la vida es de inclinación pesimista. Si tus pensamientos son más de naturaleza positiva, es porque eres un optimista, alguien que practica el pensamiento positivo.
CÓMO AFECTA EL PENSAMIENTO POSITIVO A LA SALUD INTEGRAL .
~Prolonga la vida.
~Se convierte en el mejor antidepresivo.
~Baja los niveles de angustia y dolor.
~Crea resistencia a las enfermedades.
~Propicia bienestar psicológico y físico.
~Mejora la salud cardiovascular y reduce el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular y accidente cerebrovascular.
~Reduce el riesgo de muerte por cáncer.
~Reduce el riesgo de muerte por afecciones respiratorias.
~Reduce el riesgo de muerte por infecciones.
~Mejora las habilidades para enfrentar las dificultades y los momentos de estrés.
IDENTIFICA EL PENSAMIENTO NEGATIVO.
~Algunas formas comunes de diálogo interno negativo incluyen:
• Filtración: Magnificas los aspectos negativos de una situación y filtras todos los positivos. Por ejemplo, tuviste un gran día en el trabajo, pero te enfocas solo en tu plan para hacer aún más tareas y te olvidas de los elogios que recibiste.
• Personalización: Cuando ocurre algo dañino o desagradable, te culpas a ti mism@ automáticamente. Por ejemplo, escuchas que se canceló una salida nocturna con amigos y asumes que el cambio de planes se debe a que nadie quería estar cerca de ti.
• Catastrofismo: Sin prueba alguna, crees que sucederá lo peor.
• Culpa: Intentas que alguien más sea responsable de lo que te pasó a ti en lugar de ser tú mism@. Evitas ser responsable de tus pensamientos y sentimientos.
• Agrandar los problemas: Haces un gran problema de problemas menores.
• Perfeccionismo: Quieres mantener estándares imposibles y te olvidas de que, tratar de ser cada vez más perfecto te prepara para el fracaso.
• Polarizador: Ves las cosas sólo como buenas o malas. No hay término medio, no permites la energía que unifica ambos lados.
AHORA ENFÓCATE EN EL PENSAMIENTO POSITIVO Y EL OPTIMISMO
~Identificar áreas a cambiar: Si deseas volverte más optimista y participar con un pensamiento más positivo en tu vida, primero identifica las áreas en las que generalmente piensas negativamente. Trae un pensamiento positivo para manejar tu estrés y sustituye el negativo SIEMPRE.
~Compruébalo por ti mism@:
Periódicamente durante el día, detente y evalúa lo que estás pensando. Si encuentras que tus pensamientos son principalmente negativos, trata de encontrar una manera de darles un giro positivo pero, anota todos los que vayas descubriendo y súmalos al final del día.
~Mantente abierto al humor: Date permiso para sonreír y reír, especialmente durante los momentos difíciles. Busca el humor en los acontecimientos cotidianos. Cuando puedes reírte de la vida, te sientes menos estresado.
~Sigue un estilo de vida saludable:
Haz ejercicio al menos unos 40 minutos la mayoría de los días de la semana. El ejercicio afecta el estado de ánimo de una forma positiva y reduce el estrés. Come suficientes frutas y vegetales, mantente hidratad@ y consume semillas en tus ensaladas o como entremés, pero lo más importante, aliméntate con ALEGRÍA y verás como la salud de tu cuerpo te corresponde. Duerme y descansa lo suficiente para ti (que no es igual para todos). Aprende técnicas para manejar el estrés y, cultívate, encargarle a tu mente temas nuevos de comprensión, es muy saludable para ella.
~Rodéate de gente positiva: Asegúrate de que hayan suficientes personas positivas y comprensivas en tu vida, aquéllas en las que puedas confiar para brindarte consejos y comentarios útiles. Las personas negativas (que siempre hay más de una en nuestro entorno) pueden aumentar tu nivel de estrés y hacerte dudar de tu capacidad para manejar el estrés de manera saludable.
~Practica el diálogo interno positivo:
Comienza siguiendo una regla simple: “No te digas nada a ti mism@ que no le dirías a nadie más de frente. Sé amable y alentador contigo mism@”. Si un pensamiento negativo entra en tu mente, evalúalo racionalmente y responde con afirmaciones de LO QUE ES BUENO EN TI.
~Piensa en las cosas por las que estás agradecid@ en tu vida, TODOS LOS DÍAS antes de irte a la cama.
SENTIR: “Renunciaría a todo excepto al horizonte, por verter esta preciosa sensación de UNIÓN mientras estoy completamente en paz, en la copa de este tan acelerado mundo, para suavizar al humano corazón…”
Consciencia y Voluntad